La emoción de muchos niños por volver a encontrarse con sus compañeros y docentes siempre fue la protagonista de la vuelta a las clases. Sin embargo, existen elementos que hoy son vitales para asegurar el bienestar y la salud de los alumnos y trabajadores, que se suman a los protocolos de respetar las distancias, el uso de barbijos y el uso de sanitizantes para higienizarse las manos.
Ya antes de la aparición del Covid-19, la calidad del aire en los colegios era estudiada y se sabía que ésta afectaba la salud de los alumnos y también la concentración en los niños cuánto más tiempo pasan en las aulas cerradas.
Esto lo demostró el informe de la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente, entidad europea que analiza el impacto del medio ambiente en la salud, que reveló que en las aulas del viejo continente se observó altas concentraciones de dióxido de nitrógeno y también de dióxido de carbono.
¿Qué efectos tiene esto en los niños, niñas y adolescentes? Por empezar, los altos niveles de dióxido de nitrógeno elevan los riesgos de problemas respiratorios, pues inflama el revestimiento de los pulmones, a la vez que puede reducir la inmunidad de estos órganos. El resultado de este aire viciado se ve en mayor prevalencia de tos, resfríos, gripe y bronquitis.
A su vez, cuánto más dióxido de carbono contenga el aire, menor será el nivel de concentración de los estudiantes, y aumentarán los síntomas como dolores de cabeza y mareos.
Es por todo esto que la Asociación Americana de Ingenieros de Acondicionamiento, Refrigeración y Calefacción del Aire (ASHRAE – institución global líder en la materia) recomendó que los establecimientos educativos tomen medidas para mejorar la calidad del aire y, en especial, para prevenir los contagios de enfermedades transmisibles por bacterias y virus, entre los que se incluye el Covid-19. Estas son:
- Mantener los ambientes limpios
- Ventilar los espacios cerrados
- Filtrar y purificar el aire
A su vez, la mencionada asociación publicó una guía de Orientación para la reapertura de los colegios en la que recomienda al menos el uso de filtros de alta eficiencia (MERV-13), pero que requieren de un sistema instalado previamente de ventilación que permita la modificación a este estándar de filtración del aire o tener las condiciones para hacer una nueva. Si no se contara con esta posibilidad, la entidad indica que es necesario recurrir a purificadores portátiles de aire con filtro Absoluto® HEPA, que eliminan los contaminantes presentes en el aire.
En la Argentina ya está disponible el purificador portátil Brezza, que cuenta con un sistema de filtros multietapas y suma un ionizador que, que carga electrostáticamente las partículas suspendidas en el aire, quedando pegadas en el ánodo. De este modo, mejora la retención de las partículas que transportan virus y bacterias en los filtros. Contamos, además, con otras soluciones que tienen luz ultravioleta y para diferentes tamaños de ambientes.
Asegurar la salud y bienestar de los más pequeños y del personal es una preocupación que tienen hoy quienes lideran el sistema educativo y los padres, por eso nada como brindarles tranquilidad cuidando el aire, que es cuidarnos todos.
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